jueves, 2 de abril de 2009

LITERATURA COMO COMPLEMENTO DEL QUEHACER PERIODÍSTICO

La Literatura podría definirse como el arte de la palabra, del escribir bien puesto, que es la forma como se cuenta un acontecimiento, experiencia, fenómeno, anhelo etc. Cualquier situación transcrita al papel, de una manera estética, armoniosa y bella, es Literatura.

La Literatura es una forma de llevar registro histórico del proceso de la humanidad en cuanto a su desarrollo, puesto que cada obra literaria está impregnada de una contextualización que precede al auto, es decir, cada texto está atravesado por una intención que depende de las experiencias vividas por un autor que está inmerso en una situación social real que no es más que la pertenencia a una cultura, que deja huella en él y éste, a su vez, la transmite bajo una intención que resulta siendo bella, artística y literaria.

En ese orden de ideas tenemos que la Literatura cumple con una primera función, la de la historicidad, en la medida en que sirve como dato de un desarrollo humano en un determinado período histórico; así mismo, la literatura tiene el don o la capacidad de transformar la conducta humana por medio del lenguaje utilizado en sus textos. Un claro ejemplo de esto es lo sucedido en 1988 con la publicación de la novela los versos satánicos escrita por Salman Rushdie Este libro provocó la ira del ayatolá Jomeini, líder religioso de Irán, que pidió la muerte de Rushdie. Muchos musulmanes vieron la novela como un ataque a la religión islámica.

Cuando se predica belleza de la Literatura se hace en la medida en que la construcción escrita pasa por un proceso de perfección que finaliza en un texto que se considera bello, y esto es gracias a la calidad de utilización del lenguaje, en la medida del uso de los recursos lingüísticos, las palabras, etc.

Así llegamos a una segunda característica de la Literatura, la belleza, en la medida en que hace un correcto uso del lenguaje, utilizándolo como una herramienta viva y polisémica que logra transportar hacia percepciones distintas de una misma realidad a muchos sujetos; característica que puede apreciarse claramente en la poesía.

Bajo este horizonte de comprensión, en la medida en que logramos obtener dos características de lo que es Literatura, podemos realizar un análisis de la importancia de este arte para el quehacer periodístico.

Un periodista es un ser que está llamado a contar la realidad, a dar a conocerla y esto desde distintos enfoques que se conocen como géneros periodísticos, gracias a estas herramientas existe la posibilidad de hacer la construcción de los hechos, que atañen a una comunidad, desde perspectivas diversas que se auto complementan y logran dar a conocer una realidad con matices diversos que logran una captación total del fenómeno.

El periodismo se fundamenta en la escritura, lo cual hace patente la utilización del lenguaje, por lo que se hace necesario que la construcción de un texto periodístico contenga una dosis de belleza que otorga la facultad de tener cierto olfato literario, es decir, la construcción de un buen texto periodístico debe estar impregnada de una belleza que es obtenible desde el conocimiento de la Literatura, en la medida en que ésta logra dar elementos de belleza que se convierten en un valioso valor agregado de la construcción periodística.

Leer obras literarias es un ejercicio que, a parte de engrandecer la percepción del mundo y el conocimiento de las diferentes culturas, logra impregnar al lector de herramientas que toma prestadas de otros autores y citar frases célebres que sirvan como punto de comparación y análisis de las problemáticas y disyuntivas tratadas, es decir, la manera de contar las cosas va a estar llena de elementos que son aprehendidos de la Literatura, cosa que enriquece el texto periodístico en la medida de la belleza y del recurso literario.

En la medida en que la Literatura cumple con una labor histórica, ya que sirve como archivo del las experiencias de la humanidad, se hace de vital importancia para un periodista a la hora de conocer contextos que enriquezcan el texto periodístico; porque esta herramienta le ayuda al periodista a proyectarse sobre el futuro, ampliando su conocimiento y brindándole la facilidad de desenvolverse con fluidez discursiva en cualquier tipo de conversación (política, económica, social o cultural).

Cuando decimos que la Literatura es dependiente del contexto histórico de un autor, nos damos cuenta que una obra literaria sirve como testigo de los sucesos de determinada época, bajo ese horizonte de razón vemos que la Literatura le sirve al periodista, ya que éste puede remitirse a textos literarios con el fin de lograr obtener datos que contextualicen una obra periodística.

El Periodismo es una disciplina que está en juego con muchas otras, en la medida en que es un quehacer retroalimentativo, que debe velar por realizar una función que conjugue varios conocimientos que den cuenta de una riqueza, que logra dar a conocer las realidades sociales con elementos diversos que creen un marco global de percepción lleno de detalles que complementen el ejercicio de dar a conocer la verdad.

Finalmente, es necesario decir que la Literatura es una de esas disciplinas que hacen parte de la gama de opciones con las que cuenta el Periodismo para enriquecerse y lograr el cometido de mostrar las cosas como son, y de una manera bella. De la misma manera, cabe resaltar que la literatura es un instrumento indispensable para todos los profesionales, incluyendo al periodista, porque esta permite al ser humano ampliar sus conocimientos, expandir su mentalidad y transmitir nuevas formas de ver el mundo.

HISTORIAS DEL AYER

Al preguntarles a nuestros padres y abuelos acerca de la historia que envolvía El Pedrero, lo que es actualmente el Parque de las Luces, se refleja en ellos la nostalgia y la añoranza de un pasado en el que el trabajo se media por el esfuerzo que implicara.

Los testigos de esta historia se encuentran hoy en día en la época de oro, y llenos de tristeza cuentan que aquel lugar, en donde funcionaba La Plaza de Cisneros, tenía a su alrededor una hermosa calle empedrada que hacia antesala a todos aquellos jóvenes campesinos que viajaban de sus fincas a la gran villa a vender el fruto de su esfuerzo, de su trabajo, de la labor diaria. Frutas, legumbres, hortalizas y una cantidad innumerables de víveres se ofrecían en la plaza, más frescas y a un mejor precio. La Plaza; que era el epicentro de aquel lugar, tenia una belleza y una arquitectura digna de admirar, pero fue ignorada en medio del afán por el rebusque del sustento diario de miles de familias paisas que dependían de las ventas en este lugar.

Pero todo tiene su ciclo y La Plaza Cisneros, junto con El Pedrero no es una excepción; después del incendio de 1968, de este lugar solo quedo un montón de escombros que cobijaron durante varios años el sueño de indigentes, drogadictos y recicladores que por la falta de atención adecuada del gobierno poco a poco se apoderaron del lugar.

La antigua plaza jamás se volvió a reconstruir y paso un largo tiempo para que las autoridades se ocuparan de este lugar, fue como hace poco se construyo el Parque de las Luces y la biblioteca temática.

A razón de la falta de Plaza de Cisneros, se empezaron a organizar las llamadas plazas satélites como: la placita de flores, la minorista, la plaza de la América, en fin otros lugares que suplieran las necesidades del antiguo lugar.

Allí se reflejan los cambios que han transcurrido en confabulación con otros fenómenos, el incendio, tanto en la arquitectura como en los constantes cambios por hacer de nuestra ciudad una moderna metrópoli, dónde queda la historia de lo que fueran sus lugares en las memorias y algunas en los libros escritos y contados por nuestros mayores.

¿QUE ES PACHORRA?


Constantemente la sociedad y la cultura modifican el lenguaje con el fin de comunicarse de manera más fácil y rápida; a raíz de esto, las palabras que utilizaban nuestros padres han perdido protagonismo y han pasado a ser consideradas arcaísmos, los cuales son elementos que pertenecen a épocas pasadas que se usan en el presente - de manera muy limitada- por imitación. Algunos de estos se emplean en el lenguaje jurídico o la liturgia basada en textos sagrados y ,de igual manera, también se usan como recursos literario para embellecer un texto, aunque su uso excesivo puede dificultar la comprensión del mismo.

Un claro ejemplo de estas palabras relegadas es el término “Pachorra”, surgido a principios del siglo XVII y pertenece a una raíz común en muchos idiomas romances, que expresa la idea de gordura y pesadez, por otra parte, en algunos lugares del mundo significa flema o mucosidad pero en general, el significado mas común que se le atribuye hace referencia a una tranquilidad o calma excesiva, utilizándola anteriormente en expresiones como “Con la pachorra que tiene estos albañiles, la casa no te la terminan este año". La utilización de este arcaísmo y sus sinónimos (parsimonia, sosiego, tardanza, tranquilidad, cachaza, calma, lentitud, morosidad, etc.) es cada vez en más escasa y podría considerarse inexistente dentro del léxico de la sociedad actual.

miércoles, 18 de febrero de 2009

MÁS ALLÁ DE LAS LUCES


En el centro de la ciudad de Medellín hay un lugar que, aunque muy pocos lo conocen a profundidad, tiene su historia y su sentido...este bosque luminoso en forma de espiral, compuesto por 300 torres con 2100 reflectores y 170 lámparas de piso- concebido para transformar el centro de la capital antioqueña y devolverle su papel de eje conductor de la ciudad- le ha dado un nuevo significado y una nueva imagen a esta zona tan temida por unos y frecuentada por otros.

La nueva Plaza de Cisneros, llamada así por ocupar el espacio de la antigua e histórica plaza, fue inaugurada el 2 de junio de 2005 por el alcalde Sergio Fajardo Valderrama; información proporcionada por una pequeña y poco visible placa de vidrio que se encuentra al lado de una gran fuente entre la biblioteca de EPM y la plaza; sitios enlazados por un inclinado y poco seguro puente de madera.

Esta obra se sitúa en la calle San Juan, frente al Centro Administrativo La Alpujarra y junto a la nueva Biblioteca Temática de Empresas Públicas de Medellín, ubicada al occidente. Desde este “Parque de las luces”, llamado así popularmente por los citadinos, se puede visualizar hacia el oriente el nuevo edificio de Comfama; al sur se halla la antigua estación del Ferrocarril de Antioquia; al norte sobresale ,por encima del viaducto del metro, la cúpula del palacio municipal, al igual que una gran pintura del año 2001 nombrada “horizontes”; la cual es ignorada por la mayoría de la gente urbana, a pesar de su gran tamaño y brillantes colores.

Estando aquí se puede percibir la ciudad en su máxima expresión; el constante ruido de los carros, que por momentos se mezcla con el sonido del agua al caer producido por la fuente, no dejan que salgamos de la realidad, pero aun así, en esta selva de cemento se puede soñar...dejándose cautivar por los islotes de bambú que acompañan a estos imponentes pero ignorados vigilantes nocturnos...árboles de cemento... testigos silenciosos de negocios, abusos, ilícitos, entre otros sucesos desencadenados por la euforia de la oscuridad nocturna.

A simple vista esta claro que no es un lugar para conversar por su insegura ubicación geográfica y su disposición arquitectónica, puesto que no esta dotado con asientos o espacios para esto; aspecto poco relevante para la cantidad de indigentes y jóvenes de la calle que se sientan en unas construcciones de cemento en forma de L, de aproximadamente 30 centímetros, ubicadas en las cuatro esquinas de la plaza y alrededor de las cuales esta un canal -que conecta a las cuatro edificaciones- por el cual circula el agua que transcurre desde la fuente y rodea todo el parque. Estas obras en cemento no tienen otra justificación aparente de su existencia más que el sentido decorativo que puedan tener, ya que los policías se encargan de requisar, indagar y expulsar a todo individuo que se encuentre dispuesto allí. Otro aspecto que impide que este lugar sea acogido como sitio de socialización es el constante flujo de peatones, que se intensifica en las horas pico cuando las personas salen de trabajar y se disponen a tomar el bus o a hacer fila para esperarlo, con la única esperanza de alcanzar puesto y llegar lo más pronto posible a su hogar ; convirtiendo a la plaza en un pasaje por el cual las personas se desplazan con cierto temor reflejado en su mirada, tomando sus pertenencias con fuerza, caminando rápidamente y con un inocultable “delirio de persecución” generalmente causado por la hora y el lugar, pero incrementado por la presencia de drogadictos, indigentes, mendigos o jíbaros que arriban cuando comienza a caer la tarde y llega la noche; momento donde comienza a predominar el olor a marihuana que durante la tarde era casi imperceptible.

Una joven cerca de los 16 años vestida con ropa común, oculta entre los bambúes y vendiendo marihuana, perico u otro tipo de drogas se convierte en el centro de atracción de los consumidores de sus productos y de las personas que caminan con prisa pero -como yo-se quedan perplejos ante tal demostración de ignorancia, descaro y ansiedad de la cual son protagonistas quienes la frecuentan y la “cuidan” al “campanearle” si se aproximan “los tombos”. Cerca de ella se encuentra un guardia de seguridad privada de apellido Jiménez que no se percata de dichos negocios, el cual responde a mi llamado y comenta con la mirada desorientada que las luces están siendo rehabilitadas y que los islotes de bambú tuvieron que ser desvastados porque se estaban convirtiendo en una “guarida de ladrones”, quienes aprovechaban la oscuridad y lo espeso de estas plantas para consumir drogas o robar a quienes transitaban por ahí o; sin embargo, los robos continúan y el consumo de alucinógenos es cada vez más normal y público en este sector de la ciudad.

Ya caída la noche, y junto con esta joven jíbara, los jóvenes que venden dulces en los buses y se drogan mientras llega el momento de subirse a otro bus, los mendigos, prostitutas, recicladotes, entre otros personajes, se apoderan de la plaza y consumen drogas - como si este fuera un requisito para permanecer allí- abastecidos por la misma joven pero ahora acompañada por dos jóvenes de 19 años aproximadamente. Estos personajes que hacen parte de este deprimente paisaje nocturno utilizan el agua de la fuente para mojarse el rostro, otros hablan solos y se ríen a carcajadas, algunos comparten el vicio y se sientan a consumirlo juntos; creando o afianzando lazos que los unen, ya sea por las condiciones en las que viven, por lo que hacen, etc.; el simple hecho de consumir drogas los hace sentir hermanos...amigos...familia.

La Plaza de Cisneros no es solo una obra de ingeniería o una obra de arte diseñada de un modo especifico para que cada una de las torres en el día proyecte una sombra sobre toda la plaza y la intermitencia e intensidad de las luces valla de acuerdo con las fases de la luna. Su verdadero sentido va más allá de las luces...más allá de las torres, este sentido otorgado por sus visitantes, por ser solo un pasaje para algunos y un verdadero hogar para otros, por reflejar tranquilidad durante el día -a pesar de la permanente contaminación auditiva y ambiental- y convertirse ,al llegar la noche, en una pequeña versión de “El Bronx” donde contrasta la clase trabajadora y honrada con los drogadictos, ebrios, mendigos e indigentes que consideran a este lugar como su único destino.

Bienvenidos

Señores bloggers...viajantes de este mundo interactivo lleno de experiencias; conoceran historias reales de personas como cualquiera: ricas, pobres, altos, bajitos, solitarios o muy acompañados...todos tienen una historia que contar.
Este blog fue diseñado para opinar, cuestionar, criticar y debatir sobre diversos temas de la vida cotidiana; contaremos historias de viajes, tendremos testimonios, anecdotas y veremos nuestros entorno a tráves de fotografías.
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